Impacto del Coronavirus en los mercados

Impacto del Coronavirus en los mercados Impacto en la Macroeconomía El miedo del contagio del Coronavirus a nivel mundial ha provocado una caída de los índices bursátiles. No somos epidemiólogos ni médicos, por lo que nos centraremos en lo que realmente conocemos, el mercado. La actividad económica mundial se ve afectada por las medidas que han tomado o pueden tomar los diferentes gobiernos para limitar el contagio de la población. Esas medidas provocan principalmente una paralización de la actividad económica mediante una reducción tanto la demanda como la oferta. En China, después de dos meses empiezan a mejorar los datos económicos y se espera que a final de marzo la actividad manufacturera esté a pleno funcionamiento. La economía quedó prácticamente paralizada durante esos meses, la población fue aislada para evitar la propagación del virus, y por lo tanto han reducido su demanda tanto en bienes como en servicios. Por otro

Análisis macro de mercados (Febrero)

Siguiendo el guion …más estímulos en las próximas semanas   La recuperación que esperábamos en las manufacturas se ha ido confirmando en las encuestas de actividad a nivel global, especialmente en EE.UU. y Europa, con repuntes en los nuevos pedidos (mejor indicador para esperar que este impulso continúe). Este momentum positivo en el crecimiento se va a ver negativamente afectado en el corto plazo por el brote vírico chino. Las medidas para contener el contagio (cierre de centros productivos, vacaciones prolongadas en colegios, etc…) suponen un “shock” de demanda (como si de una subida de impuestos o una restricción del crédito se tratara) que consideramos en parte temporal (la demanda en manufacturas y bienes duraderos no desaparece, sólo se retrasa mientras que el consumo no realizado no es acumulable) pero hasta que la situación no se normalice esperamos de nuevo lecturas negativas en encuestas de actividad que reflejen contracción en

¿Qué esperar de 2020?

De bonos a bolsa…pero no es un camino recto Dejamos atrás un año marcado por las actuaciones preventivas de los bancos centrales para hacer frente a las incertidumbres geopolíticas (escalada de la guerra comercial, Brexit, etc) y a la desaceleración de las manufacturas a nivel global. El resultado de estas actuaciones ha sido una economía creciendo más o menos a su nivel “potencial”, soportada por la demanda interna, y algunos mercados financieros cerrando en máximos históricos. Desde la crisis de 2009, los episodios de desaceleración que podían acabar en un ajuste más serio fueron en 2012 y 2015 (2012 por crisis bancaria Eurozona y 2015 por desaceleración de emergentes). Las actuaciones a nivel global en esas ocasiones fueron las mismas, incremento de los estímulos por parte de los bancos centrales (bajadas de tipos, aumentos de balance), generando mejoras en las encuestas de actividad y en los activos de riesgo.