¿Qué suponen los problemas de Evergrande para los mercados?

¿Qué suponen los problemas de Evergrande para los mercados?

 

Equipo de Renta Fija Emergente de Trea Asset Management

A principios de esta semana se hacía eco a nivel internacional sobre los problemas que está sufriendo la segunda mayor inmobiliaria china, Evergrande. La compañía supone el 4% de las ventas totales del país y tiene 200.000 empleados.

La situación de la compañía es crítica, 300.000 millones de dólares en pasivos, 88.000 millones de dólares en deuda financiera, con un enorme pasivo a corto plazo con proveedores y clientes, y graves problemas de liquidez.

Su historia se ha ido formando en los últimos meses a través de distintos titulares, como los de resultados no demasiado alentadores y varias bajadas de rating; la situación de Evergrande ha empezado a tener un toque más internacional cuando parece que la compañía ha alcanzado un punto de no retorno. Así la semana pasada se confirmó la suspensión del pago de intereses en los préstamos, los problemas con la filial de wealth management y la contratación de Houllihan Lockey para el proceso de reestructuración.

Fuente: Bloomberg 

Estas recientes noticias han impactado directamente sobre el mercado inmobiliario chino, especialmente en el segmento high yield. Que consideramos que no es de extrañar pues algunos de los otros emisores comparten algunas de las debilidades.

En los bonos de fuera del sector inmobiliario, el contagio puede ser limitado, técnico o de liquidación de posiciones más que de estrés de crédito. A su vez, existe la posibilidad de que el gobierno chino intervenga activamente para evitar una crisis de liquidez, como se demostró con la ampliación de capital de Huarong. Todo esto debería frenar un posible escenario extremo.

En lo que se refiere al impacto macroeconómico, es difícil que esta situación genere una crisis bancaria de gran magnitud. Primero, porque la deuda de Evergrande está muy distribuida, no hay una concentración peligrosa de pasivos. Además, la situación del sistema bancario chino ha mejorado bastante desde 2014, en particular los índices de morosidad y la calidad del balance.

Evidentemente, problemas en un sector tan grande van a afectar al crecimiento, tanto por el lado monetario como por su impacto en la demanda agregada; pero el consenso en el mercado es que el Gobierno Chino tiene suficientes recursos para evitar la proliferación de un desastre, si se gestiona el problema más o menos bien. Desde luego el impacto financiero en el sistema financiero internacional, debería ser muy limitado.

En Trea observamos que el precio de los bonos no parecía compensar por los riesgos asociados, añadiendo además dudas relativas a la estructura legal de los bonos y los riesgos de gobernanza. Estos dos últimos puntos no se limitaban al sector inmobiliario, sino que se reproducían para el resto de bonos emisores chinos, donde, al analizar el valor relativo, preferíamos empresas y tesis de inversión en otras regiones emergentes.

 

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